Han pasado muchas cosas desde octubre:
desaparecieron un país,
hijos sin padre atestan
las calles del Centro Histórico
y los individuos de más de 30 años
sólo escriben poemas.
Con frecuencia se me ocurren poemas
donde la humanidad no se salva de sí
y el Imperio cae en manos del tercer mundo.
Para los clasistas que inundad con su ardor
los jardines y parques, sólo puedo
decirles que chinguen a su madre...