Buscar este blog

sábado, 23 de agosto de 2008

carta a una chica ejemplar

Iría a buscarte ahora que las horas se acabaron junto con el vodka pero no puedo, estoy sumergido en un placer de botellas y humo; lo siento nena, no podré verte a la cara y preguntarme qué hago contigo.
Debes de matar las ansias con algo que te entretenga; tal vez tu amigo odontólogo y su billetera te sirvan este fin de semana en lo que yo encuentro mis órganos en la cubeta de vómito que tengo a mi lado, no será difícil pero en el hecho me van las ganas y acabo por dormirme con parte de mis inseguridades clamando un poco de atención o sexo.
Con frecuencia atiendo más a lo segundo y me busco una chica vestida de negro para aprovechar su luto y su vagina, si nena, lo has leído bien, con frecuencia te engaño (al menos 2 veces por semana) con la intención de sentir algo diferente, pero es lo mismo tu cuerpo que cualquier otro. Así, engañándonos, me salvo un poco de esto que pasa y no nos importa; de tu madre, de mi padre, de los habitantes que parecen figuras de cartón cayéndose por todas partes y llenado la calle de imbeciles muertos y de un hedor que se parece al tuyo, sí, tal vez por eso cuando estoy contigo te digo muertita.

¿Ahora qué quieres que te diga?

Ahora recuerdo, ¿Hasta cuando dejarás de imitar a otras mujeres? ¿Hasta cuando vas a dormir sin reclamarme las cosas? ¿Hasta cuando estarás en esta casa conmigo? Aun no entiendo ese afán tuyo por querer domesticarme, por querer quitarme la sarna con la que he nacido y que nada tiene que ver contigo, de verdad que me esfuerzo por hacerte ver que tu tiempo y el mío tienen nombres diferentes. ¿Qué vas a hacer cuando leas esto?

Sinceramente no encuentro en mí algo que valga la pena darte, ni el semen que me pides para poder dormir bien ni nada, he olvidado como se quiere a una mujer gracias a tu obstinación infantil y llena de traumas, vamos, no es un reclamo pero me cansa que desees resolver tu vida a través de mis defectos.

Era bueno cuando aun bebías conmigo ese licor horrendo de caña y en la madrugada escupíamos vagabundos, aun me divertía tu cara de drogada por la mañana pidiendo el desayuno, de verdad que me gustaba algo en ti hasta que perdiste el rumbo y comenzaste a quererme de más, entiende nena, es estúpido querer a un individuo como yo y es estúpido querer a quién sea, trata de divertirte un poco, trata de olvidar un poco al viejo panzón que te violo cuando niña, intenta mandarme directo a la mierda por todo esto que te digo. Adios.

3 comentarios:

harukoMoe dijo...

te quiero gordis!!! sigue escribiendo, pa que pueda hacer tu club de "fans"

Tato dijo...

No mames, Eduardo Salud! asi tiene que empezar mi comentario, y disfrutare repitiendo NO MAMES EDUARDO SALUD!, soy fan anonimo de este blog ya que eh pasado muchas veces sin dejar mensajes ni señales de mi visita, pero esta carta... como te explico: son de esos escritos que los vas leyendo y no puedes dejar de leerlos, y sientes cada palabra en la mente y las conviertes en recuerdos... NO MAMES EDUARDO SALUD! que bien escribes

Rubas dijo...

Me dejó con las manos sobre el teclado sin saber qué decirte exactamente. Supongo que eso es bueno. Buen texto hermano