Escribí poemas para llegar a ti
esperé muchas horas mientras
no sabía de ti.
Sin albercas, sin tinas, mi único remedio
para sumergirme y tratar de olvidar
eran las raquíticas riveras como señal
verdadera del comienzo del XXI.
Nos acabábamos el agua dulcísima
y yo no sabía nada de ti
mis pensamientos no tenían llegada.
¿Qué se deja cuando no se deja nada?
un blanco nocturno
A pesar de eso sigo escribiendo
como si el colapso de Google
y Occidente no garantizara
la completa destrucción de este mensaje y mis recuerdos.
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