Si el amor acaba los poemas deberían
descansar los sábados y los domingos.
A varios poetas de mi edad
la palabra amor en un poema les molesta.
Les digo que no lo tomen en serio:
esa palabra que movía voluntades
hoy se ha vuelto tema oscuro de chismes
de revistas y psicólogos.
Eso que otras generaciones llaman amor
y que defienden con lo que se puede
como un boxeador al borde de K.O;
se acaba tan pronto como un fin de semana.
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