Pessoa pensó en estar solo y sin deseos,
eso era ser natural.
Todos sabemos que yo nos soy Pessoa.
Esta última oración como un velo de
de codicia y ego, pero tú tampoco eres Pessoa.
(lo silente ocupado por el bullicio de las dudas)
Ese hombre pequeño cliché de los anteojos
también dijo que pensar es no comprender,
o que amar es una eterna inocencia.
¿Y quién puede decirle que no?
¿Y quién va creerle al que dice no?
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