En la adolescencia pensaba
que todas las letras de
Saúl hernández eras poemas:
Junta tu monstruo dolido con el mío
nunca me lleves a templos perdidos
¡Ay amor hazme creer que todo es verdad!
Defendí las canciones de Caifanes contra
los pendejos que escuchaban a Sabina;
luego, afortunadamente Sabina y todos
sus pendejos seguidores murieron con
la crisis española.
Después me enteré que el gran Caifan
escribía sus letras drogado y pedo;
contagiado por el impulso me arrojé
y comencé a escribir esta mamada...
Así que ahora pienso en el talento, en el box y los pinches Caifanes
¡por qué drogado y pedo como estoy no puedo escribir
como si tuviera talento!
Las respuestas se agolpan con el hipo.
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