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domingo, 21 de septiembre de 2008

Dinero, balas y sangre

Ayer por la noche y sin quererlo salí a la calle enloquecido y comencé a dispararle a la gente por la espalda, no fue fácil, en realidad yo no sé cómo sucedió.
De pronto tenía ganas de hacer algo prohibido y me dio por usar mi rifle.
Ahora todo es un recuerdo ahogado.
Disparos por aquí, sangre, miembros, el terror en los ojos de alguien que sabe que va a morir y alguien que ya murió, yo no sé por qué agrandan tanto la muerte de un desconocido, es como si me preocupara por todos los cerdos que mueren, o árboles que caen, por eso yo tomé mi rifle y le dispare en la cara a mi vecino de cuarto, después bajé las escaleras y me sentí iluminado: todo era perfecto, tenía municiones y mucho huevos.
De bajo de mi departamento había un consultorio quiropráctico: un doctor entrando a los setenta que atendía por recomendación, lo maté con un disparo en la verga, murió agonizando de dolor delate de mí, después, con delicadeza registre sus gavetas, encontré diez mil pesos y los tomé, ahora todo parecía mejor: dinero, balas y sangre.
Salí a la calle sonriendo, escopeta en mano entré al club de nutrición de mi calle y sin decir nada disparé en la cara a la anciana que atendía el sitio, las dos personas que bebían la malteada nutritiva que te hacia comer como un cerdo quedaron boquiabiertas, hice un gesto amable y les disparé, salí después de prepararme una malteada y la calle era la misma, caminé un poco para salir a la avenida principal y una voz me alcanzó:
-lalo, lalo- me volví y era memo, al verlo gritó: ¡Caca caca ! y fue rumbo a la farmacia de la esquina y pidió gotas para ojos irritados, la gordamargada tendera no le hizo caso, memo espero mi arribo y me dijo en voz alta: -esta pendeja no entiende español, le voy a hablar en pendejo: ey tú, puta, quieres mi chele, eh, perra, tiene una putas gotas para mis ojos de mariguano, no sabes lo pendejo que estoy, la puta sed que tengo de meterte un tiro en la pinche trompa de marrano que tienes, eh, puta golfa de mierda.
Terminada la oración memo disparo con su mágnum al corazón de la marrana prieta, entró y tomó el dinero de la caja.

1 comentario:

harukoMoe dijo...

que bárbaro! ahora que no estas aqui, espero con ansía que publiques algo!!!
te quiero!