Buscar este blog

domingo, 29 de marzo de 2009

Los animales no lucían tristes

Durante algunas horas me cuestiono sobre el cuerpo que yace a mi lado. Es, sin dudarlo el cuerpo de Alejandra. Todas las correspondencias de la desnudez. Pero, hay algo de maligno y nuevo en sus contornos. ¿Qué?

Mis presentimientos han circulado toda la tarde, atados a mi inconsciente mientras un simio se apoderaba de mis actos: después de las pendejadas del parque fuimos al zoológico, la ilusión de mi perra era ver animales enjaulados.
Recordé a mi rata (¿o a mi mismo?). Los animales no lucían tristes. ¿Quién luce triste en un hotel con todos los servicios? Nadie.
El placer de Alejandra viendo animales holgazanes me produjo asco. Verme sometido a los caprichos de una pinche burguesa en un zoológico era encerrarme con los animales. No hice nada.

Una comida (cara) después de ver animales (webones) demuestra mi falta de carácter. Era yopendejo armando de nuevo un teatro absurdo, inútil, que acabaría con los labios de Alejandra sometidos a mi cuerpo. Intoxicado tuve que cogérmela para restregarme todos los errores. El café de la mañana terminaría con mi eyaculación, extendida hasta mis preguntas.

1 comentario:

NANO dijo...

.:.

de verdad que escribes muy bien, insisto, bastante ligero, con mucha soltura...


.:.