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martes, 19 de mayo de 2009

sin maquillaje

Alejandra camina por las calles. Indiferente se sabe observada ¿Dónde quedaron los reclamos del matón de su novio? Sin reflexiones ni maquillaje la niña sale a la calle a recoger girasoles. Se deja, se abandona. Una mujer sola en la calle es una advertencia.
Los aparadores la traen, la frialdad de los maniquíes, el aroma a nuevo, la luz artificial que agranda sus ojos. Entra a la tienda, fascinada comienza a entristecer.
¿El vértigo de un hombre, su mirada, sus manos firmes podrán ser más que ella misma?
La niña ha comenzado a sentir los pulsos de un corazón dormido en una tienda con ropa siempre nueva. Alejandra entra a los vestidores a llorar lo poco que sabe, sus lágrimas son de aire.

1 comentario:

Daniela Jasso dijo...

=) hola Lalo este me gusto mucho y creo que como ya dije antes me gusta mucho la evolución que le vas dando a la historia =)

saluditos cuidate ;)