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lunes, 10 de septiembre de 2012

Stadt des Lichts


La ciudad comenzó a necesitar más luces
(la luminiscencia de esta idea bajo los focos deslucidos del trole)
así que al bombardeo de sonidos, quejas y gritos
se suma un ejército de bombillas incandescentes
(sobre mi mano no hay reflejo)
que sólo generan más sombras.

La resistencia de un paso no es la duración de la luz

(así que el trole no llega
             y las luces no se ahogan,
       las imágenes golpean las tenues
       olas que ciñen el viento)

La ciudad no encandece su radiación
eres tú la que la incendia.

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