Recuerdo cuando era un perro y te veía bailar:
tus muslos muy juntos
los calentadores comprados en el barrio chino
y el olor de tu sudor navegando mi olfato
Recuerdo que perro dejé de montar los cojines
los insulsos peluches olvidados en las camas
porque obedecí tu olor a vulva joven
tu olor de mamífero hembra...
y me cortaste las bolas.
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